Gel limpiador NATURA BISSÉ.
Tónico SISLEY.
Hidratante CHANEL.
Reparador GERMAINE DE CAPUCCINI.
Hidratante de manos KHIELS.
Cámara compacta OLIMPUS, con un focal fijo de 35mm y una apertura de 3,5; armado con este artilujio mi iba de campamentos de pequeño dispuesto a documentar mis aventuras y con él que saqué probablemente los peores encuadres de la historia cortando ya no cabezas sino cuerpos enteros de forma que quedaban brazos y piernas sin dueño colgando de los márgenes. En cuanto al foco, mi infancia en imágenes es una nebulosa de colores en la que reconozco a mis compañeros por el tamaño de sus cuerpos. En alguna ocasión los astros se alinearon, miré quién estaba delante antes de disparar y conseguí sacar la cara identificable de la chica que me gustaba. Jamás pensé que algún día la Olimpus me daría algún motivo fotográfico de alegría. Pero así es, esta analógica ofrece unos resultados sorprendentes y a pesar de ser mucho más grande que las digitales más pequeñas cabe en un bolsillo y me la llevo a todos lados. Muy pronto, pruebas. KUSMI es un regalo a los sentidos para cualquier amante del té. Se disfruta desde el envoltorio hasta que tiras la delicada bolsa de tela a la basura. Bolis de MUJI y un boli pez que me remite inevitablemente a mi padre. Biólogo de profesión, con él los veranos en la playa transformaban el mar en un acuario infinito abarrotado de seres con nombres en latín y hábitos de alimentación, que protagonizaban historias apasionantes de supervivencia y del que sólo salíamos a la hora de comer con la marca roja de las gafas de buceo.